En un debate presidencial de 1980, se pone en evidencia la hipocresía de las políticas extranjeras de Estados Unidos. A pesar de ser un aliado, ciertos gobiernos no cumplieron con los estándares de derechos humanos, lo que resultó en la instauración de regímenes totalitarios. ¿Por qué se favoreció un enemigo ideológico mientras se abandonaban aliados? El análisis de estos eventos revela una paradoja política que definió el panorama internacional de la época.

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