El proceso de negociación implica entender el tipo de propiedad que estás tratando de adquirir. Con propiedades no emocionales, es más fácil mantener una postura firme sobre tu número; si el vendedor no lo acepta, simplemente te alejas. Sin embargo, en tratos emocionales, el número puede volverse más flexible, ya que la conexión personal influye en la decisión. Como negociador, idealmente querrías que cada compra sea no emocional, pero en la realidad, hay bienes que tienen un valor sentimental significativo. Reconocer cómo la emoción afecta la negociación te ayudará a manejar mejor las decisiones y a evitar que te desvíes de tu límite.
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